Internacionalizar una empresa: Qué es, fases y ventajas

¿Qué es internacionalizar una empresa?

Internacionalizar una empresa es el proceso mediante el cual una organización extiende sus operaciones más allá de las fronteras nacionales para acceder a mercados extranjeros y ofrecer sus productos o servicios. Este proceso implica no solo la exportación de bienes y servicios, sino también la adaptación de las estrategias de negocio a nuevas realidades internacionales, lo que abarca tanto cambios en los modelos de marketing como en los métodos de distribución, producción y ventas.

La internacionalización también incluye la posibilidad de realizar alianzas estratégicas, la apertura de filiales o la adquisición de empresas locales. Este proceso se ve impulsado por diversos factores, entre ellos la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio, la diversificación de riesgos y la respuesta a la creciente demanda de productos o servicios en mercados internacionales.

Las empresas que emprenden este proceso deben adaptarse a un entorno cultural, económico y legal completamente distinto, lo que implica que la estrategia de internacionalización debe ser cuidadosamente estructurada por una consultoría internacional para evitar posibles riesgos legales o financieros.

¿Cómo internacionalizar una empresa?

El proceso de internacionalización no es sencillo ni uniforme para todas las empresas. Cada caso requiere una planificación específica, si quieres llevar tu negocio a Portugal tienes que tener en cuenta factores como el tipo de producto, el mercado objetivo, los recursos disponibles y los objetivos a largo plazo. Para llevar a cabo este proceso de manera exitosa, las empresas deben seguir una serie de pasos clave, que incluyen la investigación y el análisis exhaustivo de los mercados internacionales, así como la creación de una estrategia de entrada.

Los pasos fundamentales para internacionalizar una empresa son los siguientes:

1. Investigación de mercados internacionales: Antes de lanzarse a la expansión internacional, es crucial realizar un análisis exhaustivo de los mercados potenciales. Esto implica estudiar la demanda, las tendencias de consumo, la competencia, las barreras de entrada y las regulaciones locales, entre otros factores. Este análisis permitirá identificar los mercados con mayor potencial y aquellos que presentan menos riesgos.
2. Definir la estrategia de entrada: Existen diversas formas de ingresar a un mercado extranjero, cada una de las cuales requiere diferentes niveles de inversión y compromiso. Las opciones incluyen la exportación directa, el establecimiento de joint ventures, alianzas estratégicas, franquicias o la creación de filiales en el país de destino. La elección de la estrategia más adecuada dependerá de los recursos disponibles y de la naturaleza del mercado objetivo.
3. Adaptación del producto o servicio: La internacionalización implica la necesidad de adaptar los productos o servicios a las particularidades del nuevo mercado. Esto puede incluir la modificación de los productos para cumplir con las normativas locales, ajustar el packaging, adaptar la estrategia de precios y considerar los hábitos y preferencias de los consumidores del mercado destino.
   Como ejemplo de un cliente que no logró expandirse a Portugal, un grupo fuerte en el sector de la fotocopiadora en su país de origen decidió abrir un centro de copiado en Portugal. Creó una sucursal, alquiló un espacio, adaptó el sitio web, adquirió maquinaria y equipo, contrató personal. Pero cuando empezó a recibir solicitudes de copia y encuadernación, se dio cuenta de que el tipo de encuadernación que practicaban en su país de origen no era lo que querían los consumidores portugueses. En ese momento, el plan de negocios se vio comprometido y no fue posible avanzar con el negocio.
4. Cumplimiento de regulaciones y normativas: Cada país tiene su propia legislación comercial, fiscal y aduanera. Es fundamental conocer y cumplir con las normativas locales para evitar sanciones o barreras legales que puedan obstaculizar la expansión. Esto puede incluir normativas sobre etiquetado de productos, estándares de calidad, derechos de propiedad intelectual, entre otras.
   Una reunión previa con la entidad con la que se va a involucrar la empresa (ejemplo: Dirección General de Agricultura y Veterinaria) o el estudio de los requisitos para obtener una licencia (ejemplo, un permiso de construcción) permite estudiar la viabilidad del negocio en el país desde el primer momento y promover una adecuada preparación y ajuste de tiempos y documentos.
5. Diseño de la estrategia de marketing internacional: Una comunicación efectiva es clave para penetrar con éxito en un nuevo mercado. La estrategia de marketing debe adaptarse a las costumbres y preferencias del público local, así como a los canales de comunicación más efectivos en cada región.
6. Gestión de la logística y la cadena de suministro: La correcta distribución de productos en el mercado extranjero es uno de los aspectos más críticos. Las empresas deben decidir si utilizarán distribuidores locales, abrirán almacenes o si producirán localmente. La gestión eficiente de la cadena de suministro es fundamental para mantener la competitividad y minimizar costos operativos.
7. Evaluación de financiamiento e inversión: La internacionalización suele requerir una inversión significativa. Las empresas deben evaluar sus capacidades financieras y explorar fuentes de financiamiento, como fondos de inversión, crédito bancario o alianzas estratégicas, para asegurar que la expansión sea viable a largo plazo.

Ventajas de internacionalizar una empresa

La internacionalización ofrece numerosos beneficios estratégicos que pueden tener un impacto positivo en el crecimiento y la rentabilidad de la empresa. Entre las principales ventajas de internacionalizar una empresa se encuentran:

• Diversificación de riesgos: Al operar en varios mercados, la empresa no depende exclusivamente de un solo país o región, lo que reduce la vulnerabilidad ante fluctuaciones económicas o políticas en su mercado de origen.
• Aumento de ingresos y rentabilidad: Acceder a mercados internacionales permite aumentar las ventas y generar mayores márgenes de beneficio. Además, la expansión en nuevos mercados puede ayudar a la empresa a aprovechar economías de escala.
• Mejora de la competitividad: La competencia internacional impulsa la innovación, lo que lleva a las empresas a mejorar continuamente sus productos y procesos. Enfrentar a competidores globales ayuda a fortalecer la posición competitiva de la empresa.
• Acceso a nuevas fuentes de talento y tecnología: Expansión en mercados internacionales abre la puerta a nuevas oportunidades de colaboración con profesionales, empresas tecnológicas y proveedores que pueden aportar innovación a la empresa.
• Refuerzo de la marca: Una presencia internacional fortalece el reconocimiento de marca a nivel global, lo que mejora la imagen de la empresa y le otorga mayor prestigio en el mercado.

Fases en la internacionalización de una empresa

El proceso de internacionalización no ocurre de manera instantánea, sino que debe ser implementado en fases estratégicas que aseguren un crecimiento controlado y exitoso. Las principales fases en la internacionalización de una empresa son las siguientes:

1. Análisis interno y diagnóstico de capacidad: Antes de abordar la expansión internacional, la empresa debe evaluar sus capacidades internas, incluyendo recursos financieros, estructura operativa, tecnología y experiencia internacional.
2. Investigación y selección de mercados objetivos: Se deben identificar los mercados más atractivos para la expansión, basándose en estudios de demanda, estabilidad económica y política, entre otros factores.
3. Definición de la estrategia de entrada: Una vez seleccionados los mercados, la empresa debe definir la estrategia más adecuada para penetrar en ellos, eligiendo entre las diferentes modalidades de entrada como exportaciones, alianzas o filiales.
4. Adaptación del modelo de negocio: Se deben realizar ajustes en el producto, la estrategia de marketing y los procesos operativos para cumplir con las exigencias del nuevo mercado.
5. Implementación y gestión operativa: En esta fase, la empresa lleva a cabo la ejecución de la estrategia de entrada, estableciendo la infraestructura necesaria y asegurando el cumplimiento normativo. Desde CE Consulting Portugal, podemos asesorarte en la forma jurídica más adecuada y las gestiones necesarias para establecer presencia en Portugal. Pero, más allá de eso, proporcionamos un servicio de mantenimiento de la sociedad en los ámbitos fiscal, contable y laboral, garantizando que la empresa se adapta a las reglas y normativa portuguesas.
6. Evaluación y mejora continua: Tras la implementación inicial, la empresa debe monitorear y evaluar su desempeño en el nuevo mercado, ajustando las estrategias para mejorar la rentabilidad y la sostenibilidad de la operación.

Conclusión

La internacionalización es una herramienta estratégica poderosa que puede proporcionar a las empresas un acceso más amplio a mercados globales y nuevas oportunidades de crecimiento. 

Sin embargo, requiere una planificación detallada y una ejecución cuidadosa, con equipos expertos en cada sección del proceso. Y contar con una consultoría para empresas en Portugal especializada en la parte mercantil, contable, fiscal y laboral será parte crucial para garantizar el éxito en la expansión internacional.